martes, 2 de noviembre de 2010

Que fácil olvidamos












En la mina “San Esteban” del norte de Chile permanecieron sepultados a 700 metros bajo el suelo 33 mineros durante más de 70 días bajo la atenta mirada del mundo, un mundo globalizado que no perdió detalle del día a día de los 33 supervivientes.

Fue tal su repercusión mundial, que el desierto en el que se encontraba la mina se convirtió en un mega estudio donde televisiones, radios y prensa escrita se agolpaban día tras día para poder obtener nuevas informaciones sobre el estado de los 33 héroes.

Su rescate fue televisado por todas las televisiones y radios, algunas emitieron ininterrumpidamente durante las casi 30 horas que duró “el parto de 33 hombres de la madre tierra” como algunos lo llamaron.
Este acontecimiento, según Ustream fue seguido por casi 6 millones de personas solo mediante internet, superando en un millón y medio a la muerte de Mickeal Jackson y en casi 3 millones a la toma de posesión de Barack Obama.

Una vez fuera todas las televisiones querían su pedacito de historia para ponerlo en “prime time” y conseguir un repunte de audiencia, en España la afortunada fue Antena 3, que contó con testimonios en directo de 4 mineros en su franja de “prime time” con un especial que empezó sobre las 22.00.

Pero el pelotazo que esperaban dar se deshinchó, se desinfló hasta tal punto que cosechó un pobre, muy pobre, 4,3% de share, una cifra paupérrima si vemos las medias de la cadena y de la franja, cuando apenas una semana antes las noticas de la mina “San Esteban” invadían cada segundo de la información.

¿Nos han dejado de interesar los mineros? La respuesta es sí, es la cruda realidad. En un mundo globalizado, interconectado y entrelazado por la gran tela de araña que compone internet hace que cuando una catástrofe ocurre, todo el planeta se interese y desinterese con la misma y preocupante rapidez.

Es asombroso la velocidad con la que nos olvidamos de los temas de interés humano, somos devoradores pasivos de información, consumimos tragedia tras tragedia sentados en nuestro sofá, nos solidarizamos pero rápidamente cámbianos el canal y seguimos con ese bien tan poco valorado como es un plato de comida caliente.

Quizás sea demasiado tarde para intentar cambiar las mentalidades, pero solo hace falta echar la vista atrás para darse cuenta que no es la primera vez, Haití interesó mientras cantantes y famosos nos hacían sentir solidarios gracias a sus canciones, el Katrina, los terremotos, maremotos y catástrofes naturales que día tras día sacuden el mundo y ante los cuales asistimos ímpasivos sin mover ni un ápice de nuestro dedo contribuyendo a su olvido y abandono más absoluto.

Y luego diremos que nos sentimos desamparados por nuestro gobierno. Que se lo pregunten a un niño pakistaní que lleva cuatro meses pidiendo ayuda a un mundo que hace oídos sordos ante su desgracia, pregúntenle y sabremos realmente lo que es sentirse desamparado en este mundo.


Artículo de @Rockeroak


4 comentarios:

  1. En España interesa mas "La Esteban" que los de la mina "San Esteban", quedó demostrado cuando vinieron.

    Gran articulo David!

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  2. Más razón que un santo. ¿Y de los Haitianos?¿Quién se acuerda ahora de los Haitianos y de la gente de Abruzzo? Ya pasó el tiempo y ya no se nombra en ningún miedo. El ser humano es como Dori, sólo se acuerda de lo importante en el momento que ocurre, y en poco tiempo depués. Luego, si te he visto no me acuerdo.
    Gran artíoulo, David!

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  3. Estoy de acuerdo y no estoy de acuerdo. Creo que es verdad que olvidamos rápido y que esto debería estar todavía presente en nuestras mentes (cosa que no está) pero también creo que en caso de acordarnos no debería estar en los medios ya. Las cosas tienen un problema, una solución, un análisis y el recuerdo. Y la última es independiente de las otras tres (joder que bonito ha quedado xD).

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  4. Muy interesante reflexión! ¿Habeis visto El gran carnaval de Wilder? Pues eso...es triste pero es así. Coincido también con el último comentario. La cuestión es dilucidar si primero es el huevo o la gallina, es decir, si el que pierde el interés primero es el espectador o es la prensa, creo que seguirá siendo una eterna discusión...

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