lunes, 7 de febrero de 2011

Reflexiones twitteras: de ‘la nada’ a El Olimpo Virtual

Hace un par de días, @CrisG8 definía aquí a la perfección los diferentes grupos en los que se pueden clasificar los twitteros. Una reflexión personal que, en mi opinión, resultó ser muy próxima a la realidad.
Para mi estreno en CT me propuse, hace días, dejar plasmadas aquí algunas de las conclusiones que, tras más de un año en twitter, he ido sacando sobre cierto grupo de sospechosos habituales que Cris, con gran acierto, ha denominado “#LosAnonimosConEspírituDeFamosos.
Twitter es muchas cosas. Su poder como herramienta y fuente de información es innegable. El ingenio de algunos de sus usuarios para sacar punta constantemente a la actualidad es otro de sus atractivos más fuertes. Pero una importante caracterísitica, y no precisamente positiva, es el extremo ego de algunos de los twitteros.
Es evidente -quien lo niegue padece esa enfermedad llamada hipocresía- que a todos nos gusta que nos sigan. El problema real aparece cuando se confunden followers con fanáticos sectarios que están delante del ordenador leyendo cual Biblia tus sentencias de 140 caracteres. Más grave aún es interiorizar hasta tal extremo esta irrealidad, que incluso alcanzas ese punto mágico en el que decides que tu superioridad te impide contestar a las menciones que te llegan, a no ser que provengan de twitteros de tu mismo estatus superior.
Cada caso es único y particular, y no les daré el privilegio de detenerme uno por uno. Pero siempre he creído que para pensar -y creerte- que es gratificante y enriquecedor sentirte alguien importante por ser conocido en la red, tu vida fuera de la pantalla tiene que ser un bonito nido de frustraciones. Esto, que quede claro, es una visión particular.
Existen numerosos tipos de trastornos de la personalidad. Uno de ellos es el Trastorno narcisista, comúnmente conocido como narcisismo. Entre sus principales síntomas se hallan la tremenda visión de uno mismo como superior al resto, la creencia de ser único, y la absoluta convicción de ser objeto de envidias. Menos del 1% de la población mundial sufre realmente esta enfermedad mental, pero sí que se presentan indicios aislados en altos porcentajes, generalmente relacionados de manera directa con autoestimas vulnerables, experiencias frustrantes, poco éxito personal e inseguridad. Estos síntomas se exteriorizan en la conducta de dos formas: depresión y complejo de superioridad. (*)
En ese pozo oscuro de inseguridades y debilidades, uno encuentra en internet ese lugar donde sentirse alguien. Y al final, se confunde el desahogo con la mentira. De la posibilidad de encontrar cierto alivio y desconexión -conectarse para desconectar, cosas del siglo XXI- se pasa a la ascensión de El Olimpo Virtual, de cuya cima ya no quieres salir porque entiendes -mal- que has dado con la solución a tus problemas. Y, casi sin darte cuenta, acabas haciendo de favstar tu página de inicio, y, como si se te fuera la vida en ello, contabilizas los retweets y favoritos recreándote en cada letra, para que tu ego no se quede con hambre y tu inseguridad se sienta más segura.
Generalizar es un error. Y, por supuesto, ni todo aquel con miles de followers es un fracasado en su vida 1.0 y un egocéntrico en twitter, ni el que tiene sólo 20 es exitoso en lo personal. Hay casos y casos. Pero siempre me ha parecido curiosa esa tendencia al egocentrismo, explotada en facebook primero y que ha encontrado en twitter su lugar privilegiado después.
Esto, llevado al extremo expuesto anteriormente, es un problema real que me pareció digno de mencionar aquí.
Como decía CrisG8 en su post, “afortunadamente son los menos”. Lo negativo del tema es que “los más” son los que les endiosan. Y así se gana uno la vida en el circo, con la recaudación de las entradas.


(*) BECK, A.T ‘Terapia cognitiva de los trastornos de personalidad’ Ed. Paidos Iberica. 2005.

9 comentarios:

  1. pues ciertamente no dista mucho de la verdad me molo el articulo

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  2. Llegue por ver lo que era, y la verdad que Twitter me gusta, pero para informarme y entretenerme. Yo tengo poquisimos seguidores, no los busco, y al final te das cuenta que tener seguidores es cuestion de tiempo y de tweets, tampoco hay tanta gente que diga cosas interesantes no?

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  3. Bastante de acuerdo con lo que comenta María.
    El número de followers está sobrevaloradísimo y es cierto que al final el nº de followers depende en gran medida del número de horas que dediques y de los apoyos que tengas ya sea vía FF o RT.
    Al principio te dejas llevar pero al final te quedas con la persona o con lo que intuyes de ella y no tanto con sus tweets.

    Saludos!

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  4. Gracias, Chafa!

    GRL: Hay mucha gente que dice cosas interesantes, dependiendo de lo que cada uno entienda por interesante, claro :) El número de seguidores es secundario, para mí lo fundamental de twitter es encontrar gente que merezca la pena y que me aporte algo que yo considere interesante al TL. Y, al final, los seguidores llegan. Y si no llegan, sigues a lo tuyo :)

    Borja, totalmente de acuerdo. Es calidad, no cantidad :))

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  5. Borja totalmente de acuerdo, el número de followers está muy sobrevalorado y María tiene más razón que un santo cuando dice que hay gente que se endiosa cuando ve que sus followers suben sin parar... por RT, por FF, por apoyos diversos. Sinceramente y estoy a punto de dar nombres, soy de las que ha hecho unfollows a gente con muchísimos followers que a veces sus tweets son interesantes o graciosos pero que llegan a un punto de endiosamiento que paso de tenerlos en mi TL.
    Te daré un nombre y no pertenece al tipo de gente que habla María pero que en medida le pasó algo parecido y que a mi gusto Twitter le va grande, se llevó un unfollow y me quedé más a gusto que un arbusto, un chasco: Buenafuente.


    GRL: Gente que diga cosas interesantes hay mucha, lo complicado es encontrarla y por el camino se quedan en tu TL gente que el 90% de sus tweets no te aportan, quizá a otra gente sí, y que por pena, pereza o porque en el fondo te caen bien siguen ahí. El número de seguidores es lo de menos, para mi es más importante la gente a la que sigues y si es correspondido mucho mejor. Como dices esto esta para informarte y para pasar el rato, unos más que otros (a ver si llega el día que mis ratos sean pocos, jajaja)

    Después de este ladrillo: FELICIDADES CARBA!

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  6. Cris, lo primero, graciasssss!!! :))))

    Lo segundo: +1000 en todo lo que has dicho ;)

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  7. Yo sigo pensando que Twitter es como la ropa. Unos llevan lo que más cómodo le parece, otros lo que más le gusta aunque no pegue con su entorno, otros lo que ellos creen que es lo más adecuado y otros van desnudos.
    Claro que existen muchos tipos de "grupos", hasta ahí bien, pero lo complicado es señalar de modo generalizado ya sea en modo de felación o ataque en que grupo metemos a los demás porque no deja de ser algo demasiado personal. Quizás CrisG8 me considere grosero, Borja un fantasma, Maria un pesado y aun así, diciéndome en cual me encasilláis, yo os diría que soy un tocapelotas (por llevaros la contraria, eh). Entonces, ¿¡que hago!?, ¿soy todo?, ¿soy nada? o ¿soy Vigalondo?.
    Por eso, es muy complicado generalizar en Twitter, porque lo que para alguna gente es un metefichas, en algunas ocasiones es uno que se está cachondeando del ego del otro, y en otras uno que parece que está hablando amistosamente, en el fondo está metiendo mas fichas que Luis Aragonés en el Casino de Torrelodones.
    Al fin y al cabo, lo que uno escribe en Twitter, según que lector se interpreta de 100 maneras distintas. Todos mis tweets son geniales pero al parecer solo los entiendo yo… (JAJAJAJAJAJAJA acabo de conseguir pase VIP en el Olimpo Virtual).
    Hay gente que se toma demasiado en serio Twitter, y ese, queridos tíos sin afeitar mal vestidos y preciosas amigas, es el fallo.
    (Todo esto es una opinión personal).

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  8. Señorito Sublime!

    Es verdad que no se puede generalizar, y que todo es una visión personal y una simple opinión.

    En este caso, mi artículo está basado en ciertas personas que he ido viendo en mi tiempo en twitter... a mí esas personas me parecen ______ (inserte aquí su adjetivo des-calificativo) y a otras les parecerán la hostia en verso.
    Depende, como tú dices.

    Y, efectivamente, se le da una importancia a twitter que no tiene. O que, en mi opinión, no tiene.

    Muy de acuerdo, señor Dios del Olimpo virtual xDD

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  9. Sr. Anónimo.

    Tiene usted razón, si pudiera publicaría mi vida en el BOE, por eso todo Twitter sabe dónde vivo, dónde trabajo, con quién me relaciono, quién es mi familia y quién no.

    Por lo demás, tengo un ego muy equilibrado (a base de hacer media de sus grandes picos casi bipolares), hablo de mí cuando me apetece, y critico a los demás cuando lo creo conveniente, quiero, o me apetece (que para eso el estar en Twitter es una exposición pública) pero eso sí, diciendo que soy yo, no me hace falta llamarme "anónimo" para lanzar puyitas, lamento que a usted le falte valentía para ejercer como usuario "visible".


    María, buen post, creo que Twitter tiene la importancia que tiene (la que cada uno le quiera dar) pero no debemos olvidar que los que hablamos ahí somos personas, no bots. Así que no deja de ser un reflejo de lo que hay en el llamado 1.0

    Y el narcisismo no es un problema nacido con las "nuevas tecnologías".

    Un saludo.

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