lunes, 31 de enero de 2011

Más allá de la muerte

Hace ya tiempo que no escribía nada dedicado al cine. En realidad hace ya tiempo que no escribía nada. Mis últimas andanzas profesionales, personales e internautas apenas me han dejado un resquicio para plasmar en un artículo lo que me hacía sentir una película. Falta de tiempo, posiblemente. Falta de motivación, seguramente.

Este pasado domingo me dispuse a visionar la última obra de una leyenda en vida, de un hombre cuyos valores reconozco, admiro y comparto. Antes de hablar de "Hereafter" o "Más allá de la vida" -maldita traducción del título original que coincide con la más inmunda telebasura- he de confesar que no soy imparcial al hablar de Clint Eastwood. Es posible que mi predilección por su persona y su personaje nuble mi insano juicio a la hora de valorar sus películas ¿Quién sabe? Posiblemente sea así. Seguramente.



"Hereafter" es el penúltimo instrumento del octogenario director para enseñar al mundo su filosofía vital. Tres historias directamente vinculadas con la muerte, una mujer que siente la muerte durante el Tsunami de Indonesia de 2004, interpretada por la elegante Cecil de France, un niño que no puede dejar de vivir sin la compañia de su hermano muerto, impresionante recreación del niño protagonista, y un joven que maldice su conexión con el más allá -un maduro Matt Damon-, son el vehículo con el que Clint Eastwood nos vuelve a mostrar su particular enfoque de la vida.

Con su habitual delicadeza y sensibilidad narrativa, con esa pausa que refleja una sensación de estar en paz consigo mismo, el autor de Gran Torino o Sin Perdón nos transporta por este recorrido en la desconocida muerte a una mirada serena de la vida, donde ésta se sobrepone y vence a la muerte, donde lo que realmente importa no son los que están al otro lado de algo que no veremos, sino los que se quedan para sentir lo perdido y lo que resta por ganar. Posiblemente algunos, seguramente muchos, tachen esta obra de falta de fuerza en la historia, de nervio en el guion o incluso de insustancial, sin embargo no puedo opinar lo mismo.

"Hereafter" fluye de manera natural para que las tres historias narradas acaben cerrándose de manera sosegada, sin un clímax final, sin estridencias, sin darse importancia. Como la melodía de ese piano que aparece en cada transición, como en ocasiones pasa la vida o como en ocasiones sorprende la muerte.

4 comentarios:

  1. Ayer lo tenía claro. Hoy, cristalino: voy a verla.

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  2. Molaría que no te gustase y así hicieras la contracrónica!! XDD!!

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  3. Me ocurre lo mismo. No sabía si ir a verla o no. Al cine pues!

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