viernes, 20 de abril de 2012

¿LA DIFERENCIA ENTRE UN LOCO Y UN GENIO ESTÁ EN LA FAMA?




 “Una mala conciencia se cura más fácilmente
que una mala reputación.”
Friedrich Nietzsche


Ahora que Dolce y Gabbana quiere volver a ser lo que era, otros ya nunca volverán a serlo. Hablo de la casa Dior. La frase original del título es una afirmación, pero me voy a permitir la licencia de convertirla en pregunta por el tema que concierne a continuación.

Mientras muchos especulan sobre la reciente sucesión al trono de John Galliano, otros nos preguntamos qué será de su futuro como diseñador. Y es que después de aquellas desafortunadas declaraciones la respuesta fue tajante y el símbolo de la firma durante más de quince años, fue despedido. 

La presión social y mediática que se generó en torno al asunto fue clave, sobre todo por parte de las redes sociales que no dudaron en condenar el suceso, y los que un día elogiaban su talento y hacían la vista gorda a sus excentricidades decidieron que la empresa es rentable porque es ética.

¿Decisión unánime? Seguramente. Ahora bien, toda resolución conlleva unas consecuencias y la incertidumbre que ha vivido la casa Dior durante los últimos meses ha sido crítica. Su propósito de demostrar que con la reputación empresarial no se juega y el hecho de haber olvidado de la noche a la mañana a uno de los grandes creadores de nuestra época, al genio que consiguió renovar la casa francesa y convertirla en un referente mundial de la moda, les ha pasado factura. El talento es invaluable y desde que Galliano fue despedido, las creaciones de Bill Gaytten no han conseguido la aceptación del público. En la búsqueda por encontrar al sustituto perfecto se han barajado nombres de la talla de Azzedine Alaia, Ricardo Tisci, Christopher Kane o Marc Jacobs, pero el golpe de efecto que pretendía la maison con un fichaje estrella se ha hecho esperar.

Tras meses de dimes y diretes, el elegido ha sido finalmente el diseñador belga Raf Simons, caracterizado por sus colecciones minimalistas y ausentes de excesos, al que The New York Times calificó como «uno de los diseñadores de ropa masculina más influyentes de la última década». Con la llegada de Simons la firma toma un cambio de rumbo importante y se cierra un ciclo donde el lujo y la ostentación reinaban a sus anchas. Galliano sin John Galliano. Termina una era y las comparaciones son odiosas. ¿Conseguirá Simons impresionar a la crítica sin tener experiencia previa en alta costura? ¿Minimalismo y barroquismo juntos? Comprobaremos el resultado el próximo mes de julio, en Paris, con su primera colección para la casa francesa.

Finalizado el culebrón, ahora las miradas se centran en John Galliano, el rey destronado que convirtió la provocación en su estilo de vida. El polémico video en el profería insultos antisemitas ocasionó la pérdida de su propia firma y la condena mediática. El que ayer era un genio arrogante y excéntrico hoy es el loco desterrado de las pasarelas.

Pero mientras algunos olvidan al genio sin la contemplación de segundas oportunidades, otros se resisten a ignorarlo. Como Kate Moss, que no dudó en escoger al gibraltareño para diseñar su vestido de novia o Franca Sozzani, editora jefe de Vogue Italia, quien hizo unas declaraciones a favor del diseñador para que volviera a ser contratado por la firma. El caso Galliano se ha quedado en un primer plano al que todavía le quedan titulares, pero el espectáculo debe continuar y a la vista está que los cambios no son un mero pasatiempo. A la prestigiosa firma de celebrities le toca reinventarse. Y reinventarse por necesidad, que tiene más mérito.

Motivos para despedir a su diseñador estrella no faltaron. Aun así, me pregunto por qué el video publicado por The Sun salió a la luz dos meses y medio después de ser grabado. Me pregunto también si este asunto no fue la excusa perfecta para deshacerse de un diseñador tan costoso como él. Y por último, no puedo evitar preguntarme si su despido fue una decisión acertada o quizás estar un tiempo alejado de la firma hubiera sido suficiente.



3 comentarios:

  1. Muy bueno el artículo!
    Ahora yo me pregunto: En caso de que fuera la excusa perfecta para despedirlo...no era mejor tener un sucesor seguro que se adecue al perfil de la marca antes de despedirlo?
    Porque no creo que JG sea el único perjudicado aqui, vista la poca aceptación que tuvo la casa francesa en la colección post-Galliano...

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  2. Un enfoque muy interesante...documentado, argumentado y bien construído. Da gusto encontrar artículos que le aporten algo distinto al mundo de la moda

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  3. Raf Simons me gusta mucho, pero lo que tu dices,¿estará a la altura? De todas maneras pienso que la firma miró por su interés y su imagen al despedirlo y no es para criticarlo porque las declaraciones son inaceptables en una figura pública de su influencia. El des-fortuno vino en que salieran a la luz, pero en fin... Cuando eres quien eres tienes que andar con ojo. Gracias por el aporte ;) Esperando el próximo.

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