sábado, 5 de mayo de 2012

MUCHACHADA TWEET




Hoy estoy un poco gabacha. Se me ha antojado escribir sobre estamentos. Estamentos tuiterianos. La cosa viene de lejos: yo todavía no sabía si elegir entre Explorer o Netscape cuando había gente que llevaba hechos 800 favoritos en Twitter. Al principio creía que estaba ahí para guardar enlaces o algo así, pero con el tiempo descubrí que, al parecer, otorgarle a alguien una estrella equivalía a decirle que su tweet era muy bueno. Vale, ahora también, pero en aquellos días había a quien se le iba la mano con lo del ego.  Fue así como se abrió paso una especie de estamento que empezó a sentirse en Twitter como en una cena de gente guapa. Se conocen como tuitstars. Personas que viven para y por conseguir el favstar más ingenioso, inteligente y aclamado de la red. Pero como ente humorístico, a mí no me convencían.

Yo, que me he criado bajo el estandarte de Chiquito, “Al Ataque” y “Genio y Figura”, me sentía extraña cuando veía cómo ese estamento se abría paso sin hablar con nadie. El humor no puede ser endogámico, y no hay cosa peor que una persona que no demuestra un mínimo toque de ingenuidad. Pero también es cierto que, como en todo, hay excepciones. Entonces pensé: ¿será porque sus pretensiones son otras distintas a las de hacer reír a la gente?, ¿han llegado ya a ser un ciempiés humano y no pueden sacar la cabeza? Me sentí confundida. Tampoco podía preguntárselo a ellos: no me iban a responder. Desistí. Y abandoné mi lista de estrellas lo mismo que dejé de seguir a tanto estrellado.

Había que empezar a buscar otra verdadera esencia del humor del país. Humor de bar, de sketch. Entonces fue cuando empecé a encontrar lo que yo buscaba. Tuiter@s artistas, personajes, trolls. Con TLs llenos de menciones, que te cuentan su vida y hablan de cualquier deporte. Las pymes de Twitter, y en ellas está el futuro. Te regalan risa de esa que producían "Smonka", Faemino y los primeros capítulos de los Simpson.  Han creado su propio nicho de mercado y lo saben explotar.

Y si por algo he querido rendirles un pequeño y personal homenaje, es especialmente por lo que han hecho con las noches de Twitter. Puede que esto sea una moda efímera, pero nos ha pasado en nuestros mejores años. Somos los primeros en disfrutarlo. Y son ellos los que mueven esto y los que llevan la iniciativa. Lo mismo te hacen un TT que consiguen poner en revolución todo con una foto pintada. Los que han hecho lo de tuitear bebiendo, o comentar un programa de deportes un recital. Los que te sacan una frase todas las noches. No les da miedo compartir su mejor idea cuando menos gente los lee. No te recuerdan que hace 89 meses escribieron algo buenísimo, si acaso te informan de que van a enviar un fax. Están bloqueados por la mitad del gremio periodístico del país, pero aun así se demuestra una vez más que el talento está donde uno menos lo espera encontrar. Con ellos se ha producido la desdemonización de favstar.

Hoy he recuperado mi lista de estrellas, con la tranquilidad de que no lo hago para acrecentar su ego. No lo necesitan, no les pega. A vosotros, artistas, gracias por hacer de Twitter un sitio increíble hasta en las noches de Champions. Es hora de que se os vaya reconociendo. No hacen falta nombres, muchos sabéis quiénes son, y seguro que alguno me está leyendo. Pero si hay insistencia, os puedo pasar una lista. Hablemos de precios.

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